Después de estos meses de duro trabajo y de emociones tan intensas, mi principal recomendación es que descanséis y os dejéis llevar por los aprendizajes de la vida diaria. En cada rincón de la casa, en el supermercado, en la playa, en la piscina, en casa de los abuelos o los primos hay miles de actividades que, sin darnos cuenta, nos estarán enseñando tanto o más que los libros de texto.
Aquí os dejo algunas ideas para guiaros un poco.
¡FELIZ VERANO A TOD@S!
Y para aquellos que sois "un poquito más clásicos" y os encantan los cuadernillos de verano aquí os dejo sugerencias para repasar lengua y matemáticas.